La violencia de género según la legislación actual es “la violencia que ejercen los hombres sobre las mujeres por el hecho de serlo, por ser consideradas por sus agresores carentes de derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”

En algunos ámbitos se sigue nombrando como violencia doméstica, crimen pasional y violencia de género. Estas denominaciones no nombran lo que de verdad ocurre: que un hombre maltrata a una mujer por el hecho de serlo, por esa razón, desde Sexducación lo nombramos VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES.

Hace una semana me llamó una mujer para que le asesorara sobre qué hacer ante una situación de violencia. El miedo, la culpa, la vergüenza, los escasos recursos económicos, su condición de mujer extranjera y su hija reclamándole que “perdonara a papá, que ya no la pegaría más”, hace que esta mujer se encuentre en una situación de indefensión tal que no sepa qué hacer ni por dónde tirar; cómo salir de esta espiral de violencia.

En los años que trabajé en servicios sociales atendiendo a mujeres que habían sido maltratadas por sus parejas o ex-parejas, experimenté la dificultad de acompañar a una mujer maltratada sin juzgarla ni decidir en su lugar. Entender que la mujer que decide separarse de su pareja maltratadora tiene que hacer un proceso y a veces ese proceso dura años, no es fácil.

Desde el ámbito social, educativo y sanitario podemos ser un elemento de apoyo en su proceso de entender qué le pasa y qué desea, escuchándola, ofreciéndole confianza y apoyo en lo que necesite, haciéndole sentir que no está sola, facilitándole información y recursos y acompañándola a un lugar donde pueda recibir ayuda.

En ocasiones no nos escuchará y puede provocarnos frustración y rabia y en ese proceso, intentar suplantarla y decidir por ella sin hacerla protagonista de su vida. No podemos olvidar que salir del círculo de la violencia requiere de un proceso y un trabajo y sólo si sé dónde estoy puedo ponerme a caminar para saber hacia dónde quiero ir.

El modelo de amor romántico, el amor que nos muestran las películas Disney, “donde sin una pareja no soy nada”, “el amor lo puede todo”, “para ser completa necesito mi media naranja “…favorece las relaciones posesivas y son caldo de cultivo para la violencia hacia las mujeres. Afortunadamente cada día más mujeres y más hombres desean construir relaciones de pareja donde quepan los deseos de ambos, donde el TÚ O YO, deje espacio para el TÚ Y YO.

Os dejamos AQUÍ el enlace a una guía para acompañar a mujeres que han sido víctimas de violencia.