“Amores” que hieren

Si la primera vez que quedas con un chico que te gusta te dice “¿dónde vas con esa ropa? pareces una fulana”, no vuelves a quedar ¿verdad?

Pero si en los primeros encuentros con el chico que te gusta, te agasaja diciéndote lo maravillosa que eres, lo buena que estás y lo loco que está por ti, probablemente pienses que está enamorado de ti hasta el tuétano…

Cuando metes una rana en una cazuela hirviendo la rana salta y se salva ante la abrasadora sensación del agua en ebullición. Si el chico te insulta en la primera cita sales por patas y “te salvas, como la rana” ¿cierto?.

Pero si “tu chico” te hace creer que es “el hombre de tu vida” “que nadie te va a querer más que él” y que “eres maravillosa y especial” , cuando un día te critique la ropa que llevas, o a tus amigas, creerás que algo en ti no es adecuado.

Si metes a esa misma rana en una cazuela con agua fría y la vas subiendo de temperatura poco a poco, la rana se irá acomodando a los grados paulatinos de temperatura del agua y se irá cociendo hasta morir.

Cuando ya estás atrapada en las “garras del amor romántico” y te ha hecho sentir “especial” comienzan los desprecios:
“¿adónde vas con tus amigas?, seguro que quieres ligar con otro” “ ¿qué hacías a las 22h conectada al whatsapp?” “ese amigo del alma que tienes… seguro que te quieres liar con él”…

Este tipo de maltrato PSICOLÓGICO es el más presente entre las chicas jóvenes; poco a poco el maltratador te va anulando, aislando y forzando a dejar tu vida.

Una de las razones por la que es tan difícil salir de una situación de maltrato tiene que ver con esto: la chica que está siendo maltratada, vejada y humillada, cree que se lo merece y el miedo la paraliza. El amor a sí misma ha desaparecido, se ha esfumado.

Si sospechamos que alguna chica cercana a nosotrxs está sufriendo maltrato, es importante no perder el contacto con ella puesto que el aislamiento suele ser una de las armas más utilizadas por el maltratador.

Acercarnos a ella con frases del tipo:

“¿Cómo estás? últimamente te noto un poco triste, ¿te encuentras bien?”… Puede ser que la chica salga despavorida y te responda que “no le sucede nada”, pero no desistas y a la semana siguiente vuelve a preguntarle de manera no invasiva. Puedes por ejemplo acercarte a ella diciéndole:

“Si necesitas cualquier cosa ya sabes dónde encontrarme”.

Es difícil acompañar a una chica o mujer que está siendo maltratada, igual que es difícil romper el círculo de la violencia pero ¡SE PUEDE! como lo demuestran cientos de heroínas que diariamente que cambian amar por AMAR-SE.